Hoy tocaba volver a Benidorm y correr la aplazada muchos meses atrás. Venciendo las dudas del sábado por cierta sensación de malestar general, acompañada de notorio dolorcillo en el lateral exterior de la rodilla derecha, a altas horas apagué la luz decidido a intentarlo.
A las 7:20 quería comenzar a alborear cuando conducía por la calle Curtidores, con la silueta de las palmeras recortada y antepuesta al cielo todavía muy oscuro, por pocos minutos más.
Muy pronto recogía a Gaspar en Santa Pola y tras un muy tranquilo y ameno viaje, llegamos con tiempo de sobra para aparcar, conocer a la profe Raquel de Benissa que trabaja en el mismo Benidorm muy cerca de la salida de la carrera, retirar los dorsales, desayunar como señores en la pastelería/cafetería YAGO en Av. Ruzafa (frente al cole de Raquel) y caer una vez más el que escribe en la tentación, dando cuenta de un sabrosísimo croissant de almendra. Innecesario, pero muy recomendable y suculento.
Poco después, los minutos previos a la salida. En otros tiempos, momentos de nerviosismo y desde ... no recuerdo cuándo, momentos en los que prima sobro todo la alegría de volver a ver a, y ser visto por, los de casi siempre. Con sincera simpatía. Y a otros que hacía más tiempo que no. Momentos en los que uno presenta a amigos y es presentado a su vez por amigos. Nuevas caras, o no tan nuevas. Comentarios docenas de veces escuchados ... y de repente, vamos que todos van ya ... parece que se retrasa .... no no ¡¡¡ya va, suerte!!!
Temperatura pelín baja pero no molestona para correr. La prefiero al calor que suele acompañar en, por ejemplo, Santa Pola. Con momentos de buen viento, como es lo suyo cuando se corre junto al mar.
Viento que para nada ha frenado a David
Como siempre, lo mejor, el volver a veros y reecontrar a Luisa y Carlos, Silvia y David, Paco y Ángela, Maite y Alberto, Erik y Moratinos, Nina y sus coletas, María José y Manolo de Benifaió, y much@s más ...